domingo, 13 de mayo de 2018

POR MIL AÑOS QUE VIVIERA – CORTES BRACERO


Por mil años que viviera
yo jamás olvidaré
tanta tortura superflua
que padeció mi niñez.
Las escayolas tapaban
heridas e invalidez
y las monjas chamuyaban
impidiéndome aprender.
Cuando a alguna preguntaba:
-¿y a mí por qué?,
me decía que debía
todo aquello agradecer
pues yo era de Dios prueba
para ejemplo de otros ser.
Mi vida tuvo ocasiones
que si recuerdo, no sé,
como no he quemado iglesias
con monjas dentro también,
porque aprendieran martirio
quienes lo predican bien.
Todos somos de Dios prueba,
o del azar. ¿Yo qué sé?


Principio del formulario


No hay comentarios:

Publicar un comentario