domingo, 13 de mayo de 2018

DE COJOS Y POETAS VIVOS.....MOISES COLON


Se que alguien se sentirá ofendido por la foto que va a acompañar el siguiente texto, le pido disculpas de antemano, solo pretendo sacar una sonrisa. 
Una de las ventajas de las redes sociales y de los grupos especializados en un tema como este, es que te permite compartir tus vivencias antiguas y presentes y, te das cuenta que no estás solo, que más o menos todos hemos vivido situaciones similares, atravesamos problemas parecidos, y vemos el mismo futuro incierto, todo con los matices que queramos, el estado de ánimo que cada uno tiene, y el carácter forjado en la continua superación diaria.

Viene esto a cuento porque llevamos unos días hablando en diferentes muros del término “cojo” para unos denostado, para otros apelativo cariñoso para referirse a amigos del mismo colectivo, es un debate viejo, cada cierto tiempo alguien saca un eufemismo nuevo para referirse a las personas con alguna discapacidad, uso el termino discapacidad pues esta comúnmente adoptado en todos los organismos oficiales y en prácticamente todos los debates sean académicos o no para referirse a las personas que la padecen en algunos de los tipos, aunque la RAE en su segunda acepción solo admite a los que la padecen en alguna de sus extremidades, ya veis hasta en ese no hay unanimidad.

Pero yo me pregunto, es tan importante el tipo de eufemismo que se usa para referirse a nosotros? No pretendo hacer una soflama política denunciando, las barreras arquitectónicas, las raquíticas pensiones, la escasez de políticas sanitarias encaminadas a darnos un tratamiento que evite la degeneración continua de nuestro cuerpo. Y tantas y tantas reivindicaciones que podríamos aun señalar. en una época de mi vida tuve que decidir tirar los bitutores a la basura y tomar la silla, si es difícil eso en ciudades grandes imaginaros en poblaciones pequeñas, las dificultades se multiplican en modo exponencial, desde la formación, hasta lo laboral y no digamos nada de lo social, como bien dice Xavier Doucastilla un día te das cuenta que muchos de aquellos amigos que tenías de repente ya no están, ya no te llaman para las cenas en casa, para los cumpleaños, para los planes de fin de semana, no te queda más remedio que buscarte otros, ya cuando planificas algo miras que todo sea accesible, si hay escalones buscas otra cosa, y así sucesivamente, y tiene razón me veo reflejado en sus palabras. Por ello no entiendo como tenemos la piel tan fina para un eufemismo, después de todo lo que ya hemos pasado y de lo que aun queda por pasar, algunos ya empezamos a ver el futuro que nos aguarda, en pocos años nuestro cuerpo será carne de residencia, o de geriátrico, no lo digo en plan despectivo ni mucho menos, sino como algo inexorable a lo que nos encaminamos, también por la edad, ya nadie se pondrá a investigar la polio al menos en España o en Europa, somos los “últimos de Filipinas” en cuanto caigamos se acabó la historia de la polio en este país.

Por ello dejémonos de tonterías, y disfrutemos más de los momentos agradables que la vida aun nos ofrece, el otro día mi amigo Cortes Bracero hablaba de Whitman, hay unas estrofas que pienso nos vienen al pelo ………”Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: Tu puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre. No caigas en el peor de los errores: el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes.” Y continua …………”Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante. Vívela intensamente, sin mediocridad. Piensa que en ti está el futuro y encara la tarea con orgullo y sin miedo. Aprende de quienes puedan enseñarte. Las experiencias de quienes nos precedieron de nuestros “poetas muertos”, te ayudan a caminar por la vida La sociedad de hoy somos nosotros: Los “poetas vivos”. No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas …”


Porque la vida aún tiene cosas que ofrecernos, ya sea una caña en una terraza al atardecer en buena compañía, ya sea un paseo por el campo o la playa, ya sea aquel viejo libro que te apetece releer bajo el viejo roble, la vida aún puede sorprendernos y también maltratarnos, pero mientras se pueda que nos quiten lo bailado..


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