PENSAMIENTOS DE ORGULLO COJO – Xavier Duacastilla Soler
Reconozco que fue dejar las muletas y cambiarlas por
escúter o silla de ruedas y darme cuenta de haber estado forzando la máquina
absurdamente.
Mis piernas y brazos habían sido exprimidos al
máximo por el mero hecho de seguir andando aparentando o simulando pertenecer
al mundo de los andantes "normales".
Subirme a un escúter o silla de ruedas motorizada me
ha permitido hacer muchas cosas más a pesar de las barreras arquitectónicas. Si
no puedo entrar a una tienda por un escalón pues me voy a otro que si tenga
rampa ya que ahora no me importa que esté más lejos... Desde que voy en silla
veo más mundo...
Pero si que hay un lado triste en el cambio de
manera de desplazarme, algo que sí ha cambiado es que la gente de antaño al no
verte como antes te va dando esquinazo poco a poco como quien acaba de acostar
a un niño y sale de puntillas de la habitación para que no despierte. La peña
deja de invitarte a salir, a sus fiestas, a sus barbacoas, a sus cumpleaños por
qué ya no entras con la silla ni en sus casas ni en esos bares ni en esas
montañas y cuando te das cuenta ya no están a tu lado.
Pero mira, así sabes realmente quien te aprecia y
quien solo es un conocido. A parte creas nuevos lazos, pocos, pero más
auténticos.
Cada vez que veo a un polio "COJEANDO" de
edad avanzada se me encoje el corazón pensando cuanto daño nos ha causado el
"capacitismo" que nos ha inculcado seguir andando hasta que nos
salgan los higadillos por la boca.
La única discapacitada es la sociedad y su infraestructura.
Luchemos por una sociedad inclusiva con igualdad de
oportunidades y con diseño universal en todos los ámbitos.
Exijamos nuestros derechos.
Basta ya de incumplimiento de los plazos para hacer
accesible nuestro entorno.
Basta ya de mártires, héroes.
Quiero una vida plena.
No deseo ser un ejemplo a seguir en charlas
motivacionales para empresas multinacionales a menos que me dejen expresar como
me salga del Piiiiiii y me paguen por ello.
Contento de que te haya gustado mi reflexión sobre lo que reperepres para mí el paso de las muletas a la silla de ruedas motorizada.
ResponderEliminarUy! Y yo sigo intentando usar las muletas, pero reconozco lo doloroso que es para mis hombros, cuello y antebrazos. Se cambian unos dolores por otros, porque lo bueno es que la espalda ya casi no me duele como antes! Gracias por compartir sus sentimientos y sí, si no nos ven en la calle es porque esta es casi intransitable!!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho... Qué pena que haya gente así, que se olvida del otro cuando tiene problemas...
ResponderEliminarMuchos besos.
Me encantó
ResponderEliminarHace años cambie mis piernas por ruedas y cada vez estoy mas contenta de haberlo hecho, he visto y disfrutado de muchas mas cosas y de no haberlo hecho no se como estaria ahora. Animo y cambiemos el chip.
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