SI NO HUBIERA QUEDADO COJA - CONCHI
MARTINEZ IBARRA
Si no hubiera
quedado coja sería muy diferente. Si no me hubiera dado la polio a los 6 meses
no hubiera sido yo. Tal vez no hubiera sabido lo que es el acoso escolar, lo
que es recibir burlas por la calle, no hubiera sabido lo que es que te violen y
te maltraten, lo que es sufrir dolores continuos o miles de cosas más que se
quedan en mí. Pero si no me hubiera quedado coja sería muy diferente. Si no
hubiera me hubiera dado la polimielitis aun vacunada hubiera sido yo. Tal vez
no hubiera sabido lo que es valorar las pequeñas cosas, el no ver una
limitación en cosas banales como mucha gente las ve, el relativizar y ver como
absurdos la mayoría de problemas del primer mundo, el ser consciente de la
importancia del cuidado mental, de mirar la realidad con gafas positivas o
saber lo crucial que es intentar vivir cada día sonriendo por ser una
afortunada de haber nacido en un país en el que no me han quemado en un ritual,
por poder ducharme con agua caliente, por tener un techo donde vivir, y,
además, ser de esos pocos humanos que encima ha tenido la suerte de poder
estudiar. Ojalá hubiera tenido la oportunidad de no ser coja, sí, pero, ante la
duda me quedo conmigo misma, con esa que tiene una pierna mas pequeña que otra
muchas cicatrices en su cuerpo de operaciones la mayoría innecesarias, pero que
se siente una afortunada de que cuando estuvo ingresada encontró compañeros que
luchaban por la misma causa, de tener una vida más o menos llena, y sobre todo
siempre tiene una gran sonrisa.
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