lunes, 10 de septiembre de 2018

MIS PIES.           PATRICIA JIMENEZ



I

Son diferentes necesarios

Caminantes chuecos

calzando dispares

se sostienen a duras penas

con la ayuda de un loco imaginario

que les construyó

una torre de aluminio

  y dos portátiles andamios



Mis pies

no siempre se vieron diferentes

Dejaron de crecer cuando

un virulento mal los atacó

dejándolos casi muertos



Todos corrían desde Caracas hasta New York

buscando cómo volverlos a la vida

Olvidaron sus nombres

Comenzaron a desconocerse

y el izquierdo se creyó en deber de crecer

más grande que el otro



A veces se sentían tan solos

porque en su disparidad

quedaban encerrados

fuera de un mundo

que les incomprendía



Mis pies

aprendieron a caminar

en baños de parafina ó aguas calientes

molidos a fuerza a veces

pero amados con abrazos en cada final



Y para sorpresa de los Titulados

dieron sus primeros pasos a los tres años

nuevamente



Agridulce niñez de soledades

abandonos involuntarios

y reencuentros con los pies de familia



II

Los años pasaron y mis pies aprendieron

los sones del amor y bailaron

Otros piececitos vinieron

buscando sus propios caminos

aprendieron a aceptar

los inevitables cambios

las grandes diferencias



Muchos otros pies pasaron

de todos los largos y anchos imaginados

vinieron a conocer las variantes de los calzados

que se hacían para caminos de lodo y piedra

ó senderos de suave verdor y quietud



III

Mis pies

como todo

fueron cambiando



El izquierdo se hizo rudo

Aprendió a sostenerse con la firmeza

de una columna de árboles vueltos poesía

y los latidos de un corazón

ciego sordo y mudo

a los noticieros nocturnos



A veces los calambres lo amarran al dolor

y a cuchilladas le recuerda

que su compadre derecho

le puede dar un poco de balance

si se le amarra un taco de a pulgada

para que abandone las ganas de volar



Mi pie derecho es flojo

Vagabundo de profesión

que siempre busca el acurruco

entre cobijas con pelos de oveja

y algodón entretejido

Por eso el zapato zurdo

casi siempre está sucio

con el barro mojado de esperanzas

azuzado por una voz

que perdió la vergüenza

y quedó desnuda al filo de la tarde



Mi lengua harta de tonos abruptos

les cantó sin desatino

que la mansedumbre de las masas 

 esas que se aturden con ser o no ser diversas

es solo un obstáculo más

para ser baila'o

con o sin ayuda

hasta el día en que la Barca

los cruce al otro lado del río

Pjc, 4 set 14.





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