domingo, 17 de diciembre de 2017

INSTRUCCIONES PARA SUBIR UNA ESCALERA – DIANA MARTINEZ

"Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular...
Cada uno de esos peldaños, formados por dos elementos, se sitúa un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera"

Mi amado Cortázar dio instrucciones precisas para saber cómo subirlas, pero olvidó dejarme las instrucciones de cómo abordarlas yo: un ser humano cuadrúpedo, ya que mi cuerpo consta de dos piernas propias y dos adicionales o de soporte.

El sólo hecho de enfrentarme con dicho objeto me provoca dos sensaciones diametralmente opuestas, pero que analizadas, forman parte del mismo proceso mental: conflicto-límite/ resolución-creatividad.
Cuando un usuario de muletas tiene la necesidad de subir una escalera, no se presta atención en primera instancia al escalón en sí mismo sino a la combinación de todos ellos, provocando una experiencia "casi" mística, ya que siempre la mirada se elevará hacia el cénit, o culminación de la misma y escucharemos la voz de la kinesióloga en off diciendo "sí,tu puedes!!!"
Una vez estudiada la forma y altura de la escalera, focalizaremos la atención en los peldaños. Los hay angostos, alargados, anchos, doble altura, y de diversos materiales, dependerá de la astucia del escalador para saber cómo arraigarse a ellos y poder así, indemne, cumplir el objetivo. Luego de haber estudiado la morfología del escalón, se posará el pie obediente en el primer escalón, impulsándonos con cuerpo, cabeza y mente al mismo tiempo y así poder posar el pie anárquico en el mismo primer escalón. Con habilidad de equilibrista y en la milésma del segundo siguiente se apoyarán los extremos de plástico blando antideslizantes o regatones. Jamás se podrá descargar el peso sobre las axilas, anatomía humana opuesta a los hombros, sino que se recargará el mismo sobre los brazos y manos, partes ya por todos conocidas debido a sus múltiples usos: rascarse la nariz, la cabeza, nada peor puede ocurrir que el picor mientras se está en tal empresa.

Coincido con mi amado escritor en que los primeros peldaños son los más difíciles hasta que adquirimos el ritmo y la coordinación necesaria.
Todos los peldaños se subirán de a uno, siempre teniendo en cuenta el orden: pie obediente, pie anárquico y par de muletas al mismo tiempo, ya que si no se llevara a cabo de esta forma descripta podría correrse el riesgo de falta de equilibrio provocando así una caída, experiencia nada deseada por ningún ser humano que haya sobrevivido para contarla.
Es recomendable subir la escalera buscando el lado de la pared donde se ensancha el escalón ya que el plano vertical también podrá servir como apoyo en caso de necesidad.

Uno a uno se irá escalando cada peldaño hasta llegar al primer piso o descanso. El descenso de la misma es objeto de otro ensayo.
En caso de que lo hubiese y funcione se podría tomar el ascensor.




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